Aunque la mayoría de gente consigue sobrellevar los aspectos negativos de la migración por la existencia de otros aspectos positivos, la migración es un factor de riesgo en la salud mental a causa del estrés o duelo migratorio, llamado síndrome del inmigrante o síndrome de Ulises.

Fuentes de estrés

  • Soledad por la separación de los seres queridos.
  • Sentimiento de desesperanza y fracaso por la existencia de pocas oportunidades de salir adelante con este proyecto.
  • Ausencia de una red de apoyo social.
  • Lucha contra los problemas económicos como pagar la vivienda, la alimentación.
  • Miedo o desorientación.
  • Temporalidad.

Etapas del duelo

  • La negación: no se acepta la realidad del cambio.
  • La resistencia: ante las dificultades y retos surge la queja por el esfuerzo que supone la adaptación.
  • La aceptación: se instala a fondo en la nueva situación.
  • La restitución: se acepta lo bueno y lo malo tanto del país de origen como del país de acogida, supone la reconciliación afectiva.

Defensas psicológicas

Para la elaboración de los duelos las personas utilizamos una serie de defensas psicológicas o errores que son mecanismos psicológicos de defensa. No son por sí mismos negativos pero cuando son abundantes distorsionan radicalmente la visión que tenemos de la realidad y nos impiden la adaptación y elaborar el duelo migratorio.

  • La abstracción selectiva, consiste en centrarse en un detalle extraído fuera de contexto.
  • La inferencia arbitraria, generalización excesiva cuando se elabora una conclusión o regla a partir de uno o varios hechos aislados.
  • La maximización y minimización, distorsión modificando la magnitud de los acontecimientos.
  • La personalización, atribuirse fenómenos externos injustificadamente.
  • El pensamiento absolutista o dicotómico, clasificar las experiencias en “todo o nada”, en categorías extremas.