La sexualidad es un aspecto complejo y multifacético de la vida humana que incluye una variedad de experiencias físicas, emocionales y sociales. Aquí hay algunos componentes de la sexualidad que pueden ser importantes para considerar: el sexo biológico (determinado por los cromosomas XX y XY), la orientación sexual, la identidad de género y el rol social (respeto de las normas culturales de conducta femenina y masculina).

LGBTIQ+ significa lesbiana, gay, bisexual, transgénero, queer, intersexual y el signo más al final del acrónimo se usa para incluir otras identidades que caen bajo el paraguas de la comunidad LGBTIQ+, como no binario, pansexual y asexual. Este término se usa para referirse a un grupo diverso de personas que se identifican como algo diferente a heterosexual y cisgénero.

Es importante respetar y reconocer la diversidad de identidades dentro de la comunidad LGBTIQ+ y utilizar un lenguaje inclusivo al referirse o interactuar con las personas que forman parte de esta comunidad.

¿Qué es la orientación sexual?

La orientación sexual se refiere a la atracción emocional, romántica y sexual de un individuo hacia otras personas. Es un aspecto importante de la vida humana que puede dar forma a los pensamientos, sentimientos y comportamientos de un individuo.

Hay una variedad de orientaciones sexuales con las que las personas pueden identificarse, que incluyen:

  • Heterosexual: individuos que se sienten atraídos por personas del sexo o género opuesto.
  • Homosexual: personas que se sienten atraídos por personas del mismo sexo o género.
  • Bisexual: esto se refiere a las personas que se sienten atraídas por personas de ambos sexos o géneros.
  • Pansexual: individuos que se sienten atraídos por personas de todas las identidades y expresiones de género.
  • Asexual: personas que no experimentan atracción sexual hacia ningún género.

No es una enfermedad mental

Tradicionalmente las personas homosexuales y bisexuales han vivido bajo el estigma de ser considerados enfermos mentales. No fue hasta 1975 cuando la Asociación Americana de Psicología eliminó la homosexualidad del listado de enfermedades mentales y pidió a los psicólogos que se eliminara tal estigma. El prejuicio y la discriminación con regularidad tienen efectos psicológicos negativos.

La homosexualidad y la bisexualidad no son enfermedades mentales y las investigaciones llevadas a cabo demuestran que no hay ninguna asociación entre estas orientaciones sexuales y la psicopatología. La heterosexualidad, la bisexualidad y la homosexualidad son comportamientos normales en la sexualidad humana y están documentados en diferentes culturas y épocas.

¿Puede la terapia cambiar la orientación sexual?

No, las terapias (a veces llamadas “reparadoras” o “terapias de conversión”) dirigidas a cambiar la orientación sexual o la identidad de género no son efectivas ni seguras. Habitualmente las personas que buscan este cambio es como resultado de coacción por parte de miembros de su familia o grupos religiosos.

La realidad es que la homosexualidad no es una enfermedad, no requiere tratamiento y no puede cambiarse. No todas las personas gays, lesbianas y bisexuales que buscan la ayuda de profesionales desean cambiar su orientación sexual. A menudo suelen buscar ayuda psicológica (terapia afirmativa LGBTIQ+) en relación con el proceso de descubrimiento de su orientación sexual o el desarrollo de estrategias para lidiar con el prejuicio. Pero la mayoría de gays, lesbianas y bisexuales que van al psicólogo lo hacen por los mismos motivos y problemas de la vida que conducen a las personas heterosexuales a la consulta de los profesionales de la salud mental, independientemente de su orientación sexual.


¿Qué es la identidad de género?

La identidad de género es la percepción que tenemos de nuestro propio género, que puede alinearse o no con el sexo que se nos asignó al nacer. Es una sensación personal y profundamente sentida de ser un hombre, una mujer o cualquier otra cosa y que es diferente del sexo, que se refiere a las características biológicas que definen a hombres y mujeres, como los genitales y los cromosomas. El género es el conjunto de roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que tradicionalmente se ha dividido de forma binaria: masculino y femenino. Pero existen otras identidades:

  • Cisgénero: Se refiere a individuos que se identifican con el género que les fue asignado al nacer.
  • Transgénero: Se refiere a las personas que se identifican con un género diferente al que les fue asignado al nacer.
  • Queergénero: Persona que se identifica con una identidad que no pertenece al binario hombre/mujer.
  • Agénero: No se identifica con ninguna identidad de género.
  • No binario: Persona cuya identidad es neutra, es decir, considera que tiene un género y que su género está fuera del binario y no se identifica con identidades que muestran afinidad a roles femeninos o masculinos.

Es importante reconocer que la identidad de género es un aspecto complejo y multifacético de la vida humana y que las experiencias de cada persona con el género son únicas. También es importante respetar la diversidad de identidades de género y utilizar un lenguaje y pronombres que sean apropiados y respetuosos con la identidad de género de una persona.

¿Qué es la intersexualidad?

Intersexual es un término que se usa para describir a las personas que nacen con características sexuales físicas que no se ajustan a las nociones binarias típicas de cuerpos masculinos o femeninos. Estas características pueden incluir variaciones en los genitales, cromosomas u hormonas.

La intersexualidad es una variación natural de la biología humana, y se estima que alrededor del 1,7 % de las personas nacen con rasgos intersexuales. Es importante reconocer que la intersexualidad no es un trastorno ni una condición médica, y que las personas con rasgos intersexuales no son anormales ni enfermizas.

El término «intersexual» se puede usar para describir una amplia gama de variaciones físicas, y no todas las personas intersexuales se identifican como intersexuales o usan este término para describirse a sí mismas. Algunas personas intersexuales pueden identificarse como hombres, mujeres o no binarios, y pueden o no elegir alterar sus cuerpos a través de intervenciones médicas.

Es importante reconocer y respetar la diversidad de identidades y experiencias intersexuales. También es importante ser consciente de los derechos y necesidades de las personas intersexuales, incluido el derecho a la autonomía corporal y el consentimiento informado para cualquier procedimiento médico.